martes, 16 de agosto de 2011

Como Dos.

Como si no bastara conmigo.

Me encontré a Uno.


Puedo intentarlo quinientas veces, pero no, me es difícil estar completamente sola, sin oír ruidos más que los míos, mientras como esa galleta de chocolate y tomo la bebida. Muevo mis piernas en el sofá y suena la suavidad, ¿la suavidad suena?¿cómo se escucha?, es sencillo, es como besar.

Introduzco la llave en la cerradura dando un paso al mundo, sí, porque el mundo está afuera (al menos eso dicen por ahí), miedo y tanto más como tomar la micro y sentirme oprimida por los lentes y los globos blancos de esas caras atentas a la nada. Sigo, el camino es de memoria, solo hay que caminar. El destino será nulo, más de lo mismo.

Pensaba que los días y las horas podrían ser monótonas hasta que les buscará una solución, desde entonces no era mi necesidad. Pasaron ya sabes, los años. De la vida solo hay un misterio grande pero concuerdo en otro más,cuánto durarán las cosas. Yo no te pedí, pero llegaste, algo así como las palomas llegan al pan, primero buscan, luego comen y se van. Eso precisamente ocurrió, volaste, me besaste y te fuiste, Uno. No supiste cuánto me dolió el haber tenido tan poco, compartiste conmigo solo una pluma, que luego perdí entre todas las demás. Se fue la piel de tus alas, y no interesa, porque el aroma y el aire sigue vivo acá, en el viento. Uno, yo aprendí a sentir que las cosas no son iguales, que no dan lo mismo, que debo sufrir mucho para tener algo, Uno mi vida, eso eres : la vida, que es igual al todo. Te debo el latir corazón y con eso...

Llegaste, desequilibrio al fin, ¡llegaste Uno! mi OTRO.