viernes, 25 de noviembre de 2011

Paso.

Llegó y se fue

La sentí mía, frágil, interesante y hablaba muy bien. No se intimidaba al pulsar las letras, ni al pronunciar las palabras, era ella por vez primera, la que yo quería. La tuve conmigo cerca de dos horas, nada.

Ella y yo, teníamos ganas de tocarnos, de abrazarnos, y cuando dio el primer intento, volvieron los nervios que no sentía hace más de dos años. Me remeció completa, la sentía interesante y pensaba para mí "ojalá nunca se vaya". 

Nada más que sus ojos brillaban, su pelo era liso, su aroma me decía acércate y sus labios me pedían un beso. 
No paré de mirarle y sentir su nuevo aire, y me estremeció cuando me besó y pude sentir su aliento y su sabor a otro mundo, el de dos.


Llegó y se fue, pero sé que podrá volver.